Homo consumericus
over 4 years ago
Resumen: Partiendo del interrogante; ¿tiene algún efecto nuestro reciclaje?, el objetivo principal de este artículo es realizar un análisis descriptivo del problema, junto con una opinión a modo de conclusión. En primer lugar, tratamos de detallar los componentes del proceso de reciclaje y las prácticas más usadas. Antes de alcanzar una de las posibles soluciones, se describe al germen principal causante de la enfermedad: el consumismo.
Reciclaje
Se define reciclaje como un proceso cuyo objetivo es convertir desechos en nuevos productos o en materia prima para su posterior utilización [1].
El proceso tiene como base el esquema de las tres erres [2]:
- Reducir
- Reutilizar
- Reciclar
El orden tiene especial importancia. La posición del reciclaje, tan cercano de la siguiente producción, es la alternativa que contamina más. De ese modo, atajando el principal problema -el consumismo- solucionamos el impacto; reducir.
Reducir no abarca solo al proceso de adquisición de bienes, sino que también a la forma en la que los individuos hacen uso de los mismos.
Dentro de la reutilización encontramos innovaciones tan creativas como el upcycling [3], también conocido como suprarreciclaje [4], con el que le damos un nuevo uso a productos, alargando de ese modo su vida útil.
Por último, el reciclaje es de las erres más conocida por encajar bien con el modelo de consumo moderno y con su lema más vivo:
Consume cuanto quieras y limpia tu conciencia reciclando.
Consumismo
Lo que sigue son extractos recogidos del trabajo de investigación realizado por Susana Rodríguez Díaz [5], doctora en sociología por la UNED[6] y licenciada por sociología en la Universidad Complutense de Madrid [7].
En su artículo sobre el consumismo [8] describe la sociedad de consumo como;
Aquella en la que la posesión y el uso de un número y variedad creciente de bienes y servicios constituyen la principal aspiración de la cultura y se perciben como el camino más seguro para la felicidad personal, el estatus social y el éxito nacional. De hecho, es palpable como el consumo se ha convertido en la dinámica central de la vida social.
Conviene recordar que el consumo de bienes no responde a una economía de necesidades, sino que agrega una función social de prestigio y de distribución jerárquica. Por ende, los productos se crean para convertirse en bienes superfluos, impensables sin su capacidad de generar una demostración de estatus.
El deseo ocupa un papel muy importante, donde los especialistas en marketing se ven obligados a estudiar las tendencias sociales para averiguar qué deseos pueden despertarse, avivarse o saciarse.
Incluso el PIB [9], surge como un fraude de medir el progreso del éxito de una sociedad tan sólo por su aportación productiva en bienes de consumo, dejando de lado las aportaciones literarias, científicas, educativas, etc que son las que impulsan el desarrollo de la humanidad.
Para una mejor profundización recomiendo leer el artículo original [8].
El título de este y del artículo original deben su nombre al termino utilizado para definir a un individuo consumista [10].
Conclusión
El alcance es tal que para tener en cuenta todos los factores dominantes, tendríamos que atravesar una investigación ardua.
Por lo tanto, y de acuerdo a los datos disponibles, la conclusión no es otra que la de otorgar una meticulosa eficacia al proceso de adquirir bienes de consumo, es decir, eliminar aquellos productos inútiles -cuestionando nuestras compras actuales- y dar más voto a la fabricación de productos que de verdad aportan valor a la sociedad.
Además, gracias al proceso creativo y al ajuste continuo de la forma en la que consumimos, conseguimos reducir más aún nuestra huella de gasto -entendido como adquisición de bienes-.
Desde una perspectiva más holística [11], podemos caer en el error de ver al reciclaje sólo como el punto donde muere el proceso de producción, es decir, si olvidamos todo el mecanismo de creación, diseño, transporte, venta, marketing, etc. que ha hecho que dicho producto llegue a nuestras manos, cayendo en la trampa de satisfacción por nuestra acción de reciclaje.
El problema es atajado cuando todo el engranaje de producción es desarrollado bajo un paradigma de fabricación -usando materiales con el potencial de poder usarse en el futuro nuevamente-, distribución -de la forma más eficiente y menos contaminante- y reutilización -todos los materiales vuelven a las manos ejecutoras de producción-.
No existen campañas de reducción de residuos. No es más eco el que más recicla. [12]
Referencias
[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Reciclaje
[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Regla_de_las_tres_erres
[3] https://www.lahipotesisgaia.com/que-es-upcycling/
[4] https://es.wikipedia.org/wiki/Suprarreciclaje
[5] https://www.researchgate.net/profile/Susana_Diaz3
[6] https://en.wikipedia.org/wiki/National_University_of_Distance_Education
[7] https://en.wikipedia.org/wiki/Complutense_University_of_Madrid
[8] https://www.redalyc.org/pdf/181/18126057019.pdf
[9] https://es.wikipedia.org/wiki/Producto_interno_bruto
[10] https://es.wikipedia.org/wiki/Homo_consumericus
[11] https://es.wikipedia.org/wiki/Holismo
[12] https://www.lahipotesisgaia.com/no-te-conforme-con-reciclar/